Allah va formando al musulmán que trabaja en la difusión de Su religión y por ello lo somete a duras pruebas, tanto en momentos de prosperidad como de adversidad. En esta dura tarea, él encontrará quien lo secunde y apoye, pero también quien lo rechace y se burle de él. Siempre va a tener dos posibilidades: que las personas le escuchen y sigan, como la experiencia del Profeta en Medina, o que le den la espalda, como le ocurrió en At Taif.
La primera posibilidad es la ams peligrosa y difícil, pues puede ensoberbecerse o ceder a las distintas propuestas que seguro recibíra, Ésos son los esfuerzos de Satanas para apartarlo de la religión y seducirlo con los encantos de la vida mundanal, los bienes y el poder. Si accede a ello, se extraviará.
La segunda, en cambio, es mejor, pues lo fortalece. Ello hace que el musulmán se encomiende a Allah, se dirija a Él y Le invoque con sumisión, por lo que Allah lo socorre para que triunfe. Cuando el Profeta fue agredido y expulsado de At Taif, rogó a Allah, Quien lo secundó con el angel Gabriel y el angel encargado de las montañas, con el viaje nocturno y la ascención a los cielos, la emigración a Medina y por ultimo el triunfo del Islam.
Entre quienes trabajan en la difusión del Islam están:
1.- Aquellos que se ven influenciados por la conducta de los que difunden el Islam y por ellos se dedican a la difusión. Éstos, cuando tienen un problema con uno de sus compañeros, abandonan la tarea y se vuelven en contra de todos los que difunden el Islam. Allah los aleja de esta noble tarea por no tener un objetivo claro.
2.- Aquellos que se dedican a la difusión porque encuentran en ella la solución a muchos de sus problemas y el logro de numerosos anhelos. Éstos, cuando su situación prospera, dejan a un costado la difusión y se dedican de lleno a los asuntos de la vida mundanal. Allah los aleja de esta noble tarea por haberse dedicado a ella con un fin incorrecto.
3.- Aquellos que se dedican a la difusión por la enorme recompensa que esa tarea tiene. Éstos sólo pretenden aprovisionarse de recompensas y sólo piensan en ellos mismos. Entonces, cuando encuentran la manera de obtener mas cantidad de recompensas y de manera más facil, abandonan la difusión.
4.- Aquellos que se dedican a la difusión porque quieren obedecer el mandato de Allah. Éstos cumplen equilibradamente con los ritos de adoración y con la obligación de difundir el Islam. Se dedican a esta noble tarea con un fin verdadero y puro. Allah los afianza, los socorre y les allana el camino para qu puedan cumplir con todos Sus mandatos. Éstos se encuentran en el grado m+as noble.
Tomado del libro Jurisprudencia Islámica
del Shaij Muhammad Ibn Ibrahim Al Tuwaijri
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