Allah dice en el Sagrado Corán:
“Y busca a dos hombres de entre quienes consideréis
justos que sean vuestros testigos, y si no contáis con dos hombres
recurrid a un hombre y dos mujeres, de manera que si una se equivoca, la
otra subsane el error”. [2:282]
Dios aclara que para asegurar los derechos del acusado, un testimonio
no será válido si no se presentan dos hombres o un hombre y dos
mujeres. La sabiduría Divina le ha garantizado a la mujer en general una
sensibilidad especial, sentimientos delicados y una predisposición por
cuidar y amar a los miembros de su familia. Esto hace que por naturaleza
una mujer sea capaz de sobrellevar el embarazo, la lactancia y los
cuidados de un bebé, etc. Considerando estas características emocionales
de la mujer, es posible que una mujer se guíe por sus emociones al
momento de atestiguar y cambie los hechos y distorsione su testimonio.
Al mismo tiempo, los cambios biológicos que ocurren en su cuerpo durante
su período menstrual, embarazo o posparto reducen su poder de memoria y
puede olvidar los detalles del asunto. Por eso se toma una medida de
precaución para evitar cualquier deficiencia por parte de la mujer
cuando atestigua. Debemos resaltar uno de los principios legales
esenciales del sistema judicial islámico que establece que el caso no
será válido si surgen dudas.
Además del testimonio que involucra los derechos de otra persona, el
Islam le ha dado a la mujer la libertad financiera para tomar sus
propias decisiones al igual de los hombres. Sin embargo, su rol natural
en la vida de criar a sus hijos y cuidar de su hogar, hace que la mujer
pase más tiempo que el hombre en su casa y le quita la posibilidad de
estar al tanto de otros asuntos. Está mal decir que el testimonio de dos
mujeres iguala al de un hombre como si esto fuera un insulto a la
inteligencia de la mujer o para deshonrar su integridad. Si ese fuera el
caso, no se tomaría en cuenta su testimonio en asuntos de mujeres, como
por ejemplo, confirmar la virginidad de una mujer, estar a cargo de un
parto, aclarar temas relacionados con la sexualidad u otros temas en
donde por una disputa se necesite realizar algún tipo de examen a otra
mujer. También debemos recordar que la ley Islámica rechaza el
testimonio de un solo hombre ya que se requieren dos para testimoniar
sobre cualquier tema. En los casos más críticos se necesita el
testimonio de dos mujeres para preservar los derechos de los individuos
de una sociedad basándose en la confiabilidad e irrefutabilidad de ese
testimonio.
Nótese que el testimonio en la ley Islámica no es un privilegio sino
una carga que muchos intentan evadir. Por eso, Dios le ordenó a la gente
ofrecer su testimonio y no tratar de escapar de esa responsabilidad.
Dios dijo en el Corán:
“Que los testigos no se rehúsen si son citados”. [2:282]
Esta orden se dirige a ambos, hombre y mujer. Mucha gente en todo el
mundo trata de evitar ser testigo e intentan escapar de la
responsabilidad de ofrecer testimonio porque ello implica ir a la corte,
declarar frente a un jurado, jurar que dirá la verdad, ser examinado y
muchas otras cosas. Al ofrecerse como testigo y declarar, pueden surgir
cargas económicas y físicas o amenazas. El Islam intenta liberar a la
mujer de este tipo de cargas a menos que ella y otra mujer hayan sido
testigos de algo por lo que luego tengan que dar testimonio.
El testimonio de un solo hombre no es aceptable en asuntos de índole
financiera, ya que tienen que ser dos los testigos para probar el
derecho del demandante o un hombre y dos mujeres. Nunca hemos oído que
alguien considere este requisito un insulto a la inteligencia del hombre
o que esté en contra de sus derechos. Esto prueba que este requisito es
para la protección contra las falsas acusaciones y errores. Existen
casos en los que el testimonio de cada uno es igual. Por ejemplo, el
testimonio de una esposa es exactamente igual al de su marido cuando
éste la acusa de adulterio y no tiene evidencia para demostrarlo. Dios
dijo en el Sagrado Corán:
“Quien acuse a su mujer (de haber cometido adulterio)
sin tener testigos más que él mismo, deberá jurar cuatro veces por Dios
(ante un juez) que dice la verdad. Y por último pedir que la maldición
de Dios caiga sobre él mismo si miente. Y ella quedará libre de castigo
si jura cuatro veces por Dios (ante un juez) que él miente. Y por último
deberá pedir que la maldición de Dios caiga sobre ella misma si él dice
la verdad”. [24:6-9]
Tomado de: www.womeninislam.ws
1 comentarios:
Solicito confirmarme como Dios Espíritu Santo (la sombra del Omnipotente Aláh) y tambien solicito confirmar al clan aborigen mundial por medio de las 13 abuelitas indígenas del mundo a mi absolucion de mis antecedentes penales y policíacos de mi nacion Guatemala por el veredicto de la calumnia de prevaricador consecuente a la calumnia de violador sexual masoquista por una necrofilia voyeurista popular frustrada por mis calumniadores cuando me difamaban de prevaricador desde el año de 1,992 hasta la fecha actual 2,016.
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